Un depredador voraz en tamaño pequeño: el Cernícalo y su alimentación en ciudades
Veloz y ágil cazador, de pequeño tamaño pero gran voracidad y vistosos colores, es como se nos presenta el Cernícalo (Falco sparverius) una pequeña ave rapaz de la familia Falconidae y uno de los 3 representantes del genero Falco en Chile. Muy asociado al campo y terrenos abiertos de nuestro país, hábitats que han ido en disminución en los últimos tiempos, por lo que esta pequeña ave ha tenido que “aventurarse” a nuevos ecosistemas, siendo el mas curioso las zonas urbanas.
Cernícalo Gregory Smith (C)
No es desconocida la presencia de los Cernícalos u otras aves rapaces en la ciudad, pues en Santiago se suelen ver Peucos, Aguiluchos e incluso Águilas con frecuencia, ya que estas especies obtienen alimento fácil y en abundancia en estos sectores gracias a las Palomas. El problema es que una paloma es muy grande para un Cernícalo, por lo que nos queda la duda sobre ¿qué otra ave abundante en zonas urbanas es una presa predilecta para nuestro amigo halconcito? La respuesta recae en otra ave introducida, al igual que la Paloma, el conocido Gorrión, que ha proliferado con bastante éxito en nuestro país, por lo que es común ver grandes bandadas de éstos.
El Peuco es otra rapaz habitual en las zonas urbanas, atraído por disponibilidad de alimento que proporcionan las Palomas. Alvaro Molina M. (C).
Según lo que he visto personalmente es bastante común ver un Cernícalo devorando o desplumando a un Gorrión, pero hay poca o nula información sobre este tema; lo cual es curioso ya que, a pesar de no ser un registro único o excepcional, es de suma importancia saber con cuánta frecuencia ocurre. Como sabemos el Gorrión, al ser una especie invasora, produce bastantes problemas a nivel ecosistémico, compitiendo y desplazando a especies nativas como el Chincol o la Golondrina Chilena, por lo que toda información sobre sus posibles depredadores comunes son piezas claves para poder controlar esta problemática con alas.
En ciudades donde hay pocas áreas verdes es más fácil ver este fenómeno, como por ejemplo en Santiago o Concepción, pero lastimosamente vivo en una comuna mas pequeña al sur de Concepción llamada Coronel, donde pocas rapaces se suelen ver en la ciudad. Aun así los Cernícalos suelen adentrarse a cazar gorriones, debido a la alta competición en los terrenos abiertos cercanos a la comuna (hay una gran cantidad de Bailarines y Nucos en estos terrenos).
El primer registro visual lo hice el 2016, en la periferia de la comuna, donde vi pasar y posarse a un Cernícalo macho con un Gorrión en sus garras, algo fascinante de ver para muchos, pero debido a mi corta edad el registro quedó solo en fotografía.
Cernícalo luego de alimentarse de un gorrión. Álvaro Molina M. (C)
Mi registro más reciente fue hecho este mismo año, en el cual pude ver a otro Cernícalo macho depredar un Gorrión en un árbol cerca de la plaza de mi población, del cual pude recoger más información: al parecer la forma de alimentarse y “ejecutar” al ave no difiere con la forma de como lo hace con aves nativas. Su forma de caza es de persecución, al igual como lo hace con passeriformes nativos. Cabe destacar que el Cernícalo, al igual que los demás halcones posee un diente tomial o “diente de halcón” el cual es una protuberancia en su pico que le ayuda a ejecutar a su presa a través de la presión de este “diente” en las vertebras del cuello de la víctima. El ejemplar de gorrión resultó ser macho, pero debido a que solo se cuenta con este registro no se puede deducir una selectividad en el sexo del gorrión a la hora de cazar.
Cernícalo macho disfrutando de su presa. Álvaro Molina M. (C)
Estos datos no son para nada aislados, pero registrarlos ayuda significativamente a saber como estas especies de aves ayudan al control de población de especies invasoras.
Pero empezando de cero, ¿por qué control poblacional? En resumidas palabras las especies invasoras, al no pertenecer al ecosistema en el que se encuentran, no presentan depredador natural; por lo que varias veces este factor produce un gran aumento en la población de estos animales, lo que provoca una disminución de alimento en general y una disminución de las poblaciones de especies nativas (debido a la competencia). Este es el caso del Gorrión: debido a que por muchos años no tuvo depredador natural, se reprodujo y aumentó su población exponencialmente sin problemas, lo que desencadenó en una competencia ardua contra especies nativas, siendo la más afectada el Chincol (Zonotrichia capensis). Hoy en día ya teniendo conocimiento de que el Gorrión es depredado por el Cernícalo, sabemos que este puede ser controlado naturalmente.
Cernícalo desplumando a un gorrión. Alvaro Molina M. (C)
Sumemos a esta relación de depredación que el Cernícalo, a diferencia de otras rapaces, suele ser de las más abundantes (exceptuando al famoso Tiuque), por lo que esta depredación puede ser multiplicada a 3 o más individuos por ciudad. También sumemos que es un ave de metabolismo rápido, por lo que necesita alimentación constante, o sea, un gorrión al día probablemente no sea suficiente, lo que lo convierte en un excelente controlador de plagas en nuestras ciudades.
Lamentablemente no todo es de “color de rosa”, ya que por algo esta especie se ve obligada a adentrarse a nuestras urbes. Una de las causas principales de este comportamiento es el “avance inmobiliario”, el cual por años ha provocado una destrucción de hábitats ideales para el Cernícalo, ya sean humedales, praderas o cualquier terreno abierto, por lo que esta ave ha tenido que aprender a adaptarse a la disponibilidad de alimento y a la vida en general de la ciudad. Este problema no solo afecta al Cernícalo, sino que también a otras aves rapaces como el Nuco, Vari o Bailarín, a especies de menor tamaño como el Bailarín Chico o a otro tipo de fauna como nativa como culebras, zorros o Quiques.
La destrucción de terrenos abiertos por obra de proyectos inmobiliarios pone en peligro no solo al Cernícalo, sino que también a otras especies como el Nuco que vemos en esta fotografía. Alvaro Molina M. (C)
Esta cercanía a asentamientos humanos también ha puesto en peligro la integridad de nuestro queridísimo amigo cerni, pues no queda fuera de la mira de varios inescrupulosos que lo abaten a disparos para proteger a sus aves de corral o bien como modo de “diversión”, problema que arrastra a la mayoría, por no decir a todas, las rapaces del país. También son comunes los atropellos y electrocuciones, lo que provoca un constante peligro para esta rapaz. Aún así, muchas veces no tienen otra opción mas que acercarse a la urbanización y quedar expuestos a estos peligros solamente para poder alimentarse y subsistir dentro de esta verdadera jungla de cemento.
Por Álvaro Molina M.
Estudiante de Medicina Veterinaria
ONG Aves rapaces de Chile
@aves_rapaces_de_chile (Instagram ONG)
@varo.tyrannus (Instagram personal)