Un paseo por los Humedales Costeros de Chiloé
Entre los lugares que destacan para el avistamiento de aves en nuestro país, ciertamente se encuentran los humedales. Su numerosa cantidad y extensión permiten situarlos entre aquellos ecosistemas que, atendidas sus condiciones, permiten el avistamiento de una gran diversidad de fauna en general y de aves en particular.
Entre las diversas clasificaciones que existen respecto de los humedales, resultan de especial relevancia aquellos caracterizados como “humedales costeros”, los que en nuestro país se extienden por toda la costa nacional, siendo relevantes para expresar esta extensión, desde el Humedal del Rio Lluta en Arica hasta el Humedal Tres Puentes en Punta Arenas.
En el caso de los Humedales Costeros de Chiloé, estos resultan de especial relevancia en lo que respecta a la conservación de las aves migratorias, lo que, a su vez, los posiciona como un lugar de atracción para los observadores de aves, siendo pertinente en este caso, mencionar los humedales que se encuentran en el circuito entre la ciudad de Castro y la Isla de Achao, los que son posibles de visitar durante una jornada, preferentemente en los meses de verano. Estos humedales pertenecen a aquellos denominados “Humedales Orientales de Chiloé”, considerandos entre aquellos los ubicados en las comunas de Quinchao, Curaco de Vélez, Dalcahue y Castro, existiendo actualmente la “Ruta Patrimonial “Archipiélagos de Chiloé, humedales, aves y cultura…”, en la que participa la ONG Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN) en cuya página web es posible encontrar mayor información al respecto.
A continuación, paso a revisar algunos de ellos.
Primeramente, es necesario destacar el Humedal de Curaco de Vélez, que ha sido reconocido como sitio prioritario por la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras Migratorias (RHRAP).
En él es posible avistar una gran cantidad de aves playeras, como el Zarapito de Pico Recto, siendo abundantes -además- diversas especies de gaviotas y gaviotines.
En cuanto a su localización, se encuentra ubicado a unos metros de la plaza de armas de la ciudad lo que permite armonizar la visita con las bondades que ofrecen sus habitantes. Para llegar, basta con abordar locomoción colectiva desde la ciudad de Castro, o bien, desde Dalcahue.
Por otra parte, es posible -en forma previa a partir a Curaco de Velez- tomar una pausa en la costa de Dalcahue, donde además de aprovechar las exquisiteces de la gastronomía del sector es posible observar diversos tipos de aves costeras. Actualmente, esta ciudad cuenta con una refaccionada costanera que permite desplazarse cómodamente y observar las especies típicas del sector como el Pato Quetru no volador. Que esta última frase quede sobre la foto.
Familia de Pato Quetru No Volador, Costanera de Dalcahue. Claudio Jiménez V. ©
Una vez que uno se dirige a la ciudad de Castro, la capital provincial, se encuentra el Humedal del Rio Gamboa cuyo mirador da lugar a una clásica fotografía con palafitos de fondo.
Palafitos del Río Gamboa. Claudio Jiménez V. ©
Adicionalmente, también resulta de interés para los observadores de aves, toda vez que se pueden encontrar especies como las Gaviotas de Cahuil, Pitotoy, Cisnes de Cuello Negro, Huairavos y Churretes Costeros, destacando entre todos ellos, la figura del Martín Pescador.
Martin Pescador, Humedal del Río Gamboa. Claudio Jiménez V. ©
En la misma ciudad podemos encontrar el Humedal de Llau-Llao, ubicado al costado de la entrada de la comuna, siendo un refugio para especies tales como la Becacina, los Zarapitos de Pico Recto, Pato Jergón Chico y Grande, y los siempre vistosos Cisnes de Cuello Negro, que cuando baja el nivel del agua se acomodan en aquellos lugares que quedan despejados.
Cisnes de cuello negro, Humedal de Llau-Llao. Claudio Jiménez V. ©
Entre los Humedales Orientales de Chiloé, encontramos uno muy especial denominado Humedal de Putemún, ubicado en la península de Rilán, en el camino que va desde Castro hacia Dalcahue (el ingreso se encuentra señalizado únicamente con un cartel que indica que estamos en el “Humedal de Putemún”). Exige ingresar por un camino de tierra a cuyo término se advierte la extensión del lugar el que, además, destaca por su belleza con una gran vista hacia la Reserva Marina Putemún.
Chercán de las Vegas, Humedal de Putemún. Claudio Jiménez V. ©
En este humedal es posible observar abundantes especies, destacando el Chercán de las Vegas, jilgueros, golondrinas, numerosos patos, además de las aves playeras ya mencionadas.
Resulta relevante expresar que dicho lugar debiera ser habilitado de mejor forma para estos efectos, toda vez que únicamente cuenta con una caseta de madera en condiciones que pueden ser mejoradas y habilitadas para prestar servicios a la comunidad, tal como es la educación ambiental, así como también, para efectos de realzar su valor turístico.
En este mismo sentido se debe promover el mejoramiento del acceso y la posibilidad de contar con mejores resguardos, tanto para la fauna del lugar como para las personas que lo visitan, toda vez que existe presencia de perros asilvestrados.
A pesar de este detalle a mejorar, los Humedales Orientales de Chiloé, en general y en comparación con la situación de otros humedales costeros de nuestro país, presentan un estado de conservación bastante alto, que invita a quienes practican el avistamiento de aves a visitarlos, encontrándose en una excelente ubicación en relación a centros urbanos, con diversos servicios de conectividad, cuestiones que facilitan y mejoran la experiencia de su visita.
En lo que respecta a su regulación actual, los humedales de Chiloé, en particular los de Curaco de Vélez y de Putemún, se encuentran entre aquellos que son catalogados como Sitio de Importancia Hemisférica de WHSRN, lo que no es suficiente garantía, ni resulta efectivo para otorgar una adecuada protección en el contexto de la legislación nacional, siendo necesario -por tanto- la utilización de otros instrumentos de gestión ambiental que tengan por objeto la protección de estos ecosistemas.
Humedal de Putemún. Claudio Jiménez V. ©
Por otra parte respecto de los humedales del Rio Gamboa y el de Llau-Llao (los cuales a primera vista se encontrarían en zonas urbanas), se podría estudiar la procedencia de la aplicación de la muy reciente Ley N° 21.101, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos, lo que permitiría otorgarles una protección jurídica sustantiva y, a su vez, aportar en la conservación de estos espacios de belleza natural, los que por cierto -en la actualidad, ya son profundamente valorizados por la comunidad.
Sin lugar a dudas, los Humedales Costeros de Chiloé constituyen un imperdible lugar a visitar, tanto por su belleza escénica, como por la gran variedad de avifauna que es posible observar.
Por Claudio Jiménez V.
@claudio.jvalenzuela (Instagram)
Agosto 2020
*Más información sobre los humedales orientales de Chiloe se puede encontrar en la página de la Red Hemisferica de reservas para Aves Playeras. https://whsrn.org/whsrn_sites/humedales-orientales-de-chiloe/.